BAUMAN, Z. (2007) Los retos de la educación en la modernidad líquida. Barcelona. Gedisa
Bauman describe con precisión las características líquidas de la sociedad postmoderna, un tipo de sociedad que él dibuja pero no defiende y que plantea un reto inaudito para la escuela del siglo XXI. La falta de solidez hace que el “compromiso” o la “lealtad” ya no se estilen. La solidez de cualquier cosa se percibe como una amenaza y la capacidad de durar mucho tiempo ya no juega a favor de ningún producto (ni siquiera del conocimiento).
Bauman describe con precisión las características líquidas de la sociedad postmoderna, un tipo de sociedad que él dibuja pero no defiende y que plantea un reto inaudito para la escuela del siglo XXI. La falta de solidez hace que el “compromiso” o la “lealtad” ya no se estilen. La solidez de cualquier cosa se percibe como una amenaza y la capacidad de durar mucho tiempo ya no juega a favor de ningún producto (ni siquiera del conocimiento).
La relevancia de lo enseñado a los alumnos y alumnas
queda en entredicho y, más aún, resulta prácticamente imposible saber qué es lo
que será útil saber en un futuro (incluso por cercano que éste sea). La
educación tal como la entendemos hasta ahora queda desacreditada a los ojos de
los más jóvenes y para los educadores supone un excesivo desgaste. La educación
“sólida” es sustituida por la educación a lo largo de la vida. Hay tareas
(escribir, leer, documentarse, ¿pensar?, …) que se han vuelto desagradables
puesto que consumen tiempo.
El tiempo, antiguo valor, es ahora un fastidio: su
paso trae consigo pérdidas, no ganancias y por eso hay que estirarlo hasta
hacerlo parecer eterno.
Bauman cree que la educación se enfrenta a tres retos
fundamentales:
1- Primer reto: El conocimiento se ha convertido en
una mercancía, y como tal, se desgasta rápidamente. ¿Por qué iba a ser el
conocimiento una excepción? La idea de la educación como valor a conservar y
proteger está totalmente devaluada. (pág. 30)
2- Segundo reto: La naturaleza errática e imprevisible
del cambio contemporáneo. “El mundo, tal como se vive hoy, parece
más un artefacto proyectado para olvidar que para aprender (…) El aprendizaje
está condenado a ser una búsqueda interminable de objetos siempre
esquivos.” (p.33) En estas circunstancias, ¿cómo podemos prever lo que
necesitarán saber nuestros jóvenes en el futuro?
3- Tercer reto: La memoria era un valor. Hoy parece
inútil. La educación se modeló a la medida de un mundo duradero que aspiraba a
hacerse aún más duradero. Actualmente resulta imposible conservar en la memoria
la ingente información disponible y de hecho, la información misma ha llegado a
ser el principal sitio de lo desconocido: “todo está aquí, accesible y al
alcance de la mano y, sin embargo, insolente y enloquecedoramente distante”
(p.44).
Junto a estos retos, Bauman critica en su libro Vida Líquida el enfoque que los
organismos internacionales dan a la finalidad de la educación: ajustar los
sistemas educativos a las exigencias de la economía, no al desarrollo humano.
Bauman concluye Los
retos de la educación en la modernidad líquida indicando dos caminos para preservar el valor de la
educación:
- aprender a asignar relevancia a las porciones de
conocimiento necesarias en cada momento;
- y preparar a los jóvenes para vivir en un mundo
sobresaturado de información.
Cómo hacerlo es el debate que nos debería ocupar a los
profesionales de la enseñanza en estos momentos.
José Ignacio
José Ignacio
No hay comentarios:
Publicar un comentario